Un hombre famoso y temido por su única virtud: la destreza en el manejo de los naipes; una ventana que no coincide con las estaciones; alguien que habla de sí mismo en tercera persona y se dice que "él no es como los otros, por eso va a hacer lo que va a hacer"; un individuo, a quien todos quisieran evitar; un rutinario empleado que, una mañana, vislumbra sensaciones inquietantes en los espejos; una mujer preocupada por la alimentación de su marido, quien -según ella- "todo le cae mal"; un profesor que, cada día, despierta media hora antes de que suene el despertador u hace un recuento de la suma de horas perdidas en ese tiempo muerto; un curioso personaje que tiene la extraña costumbre de darse una vueltita por el pueblo; un niño a quien su madre le dice que su padre, enfermo, quiere decirle algo; un escritor que, por fin, a conseguido una cita con un editor y sólo tiene que llegar a tiempo a su oficina; una niña que, en un sueño, pregunta si los zulues son azules de verdad, protagonizan estas historias en las que el lector - al tiempo de disfrutar de las creaciones originales de la realidad y de las, a veces, desconcertantes tramas de la ficción - se enfrentará a los destinos individuales y los profundos secretos del alma humana que, quizá, también pueden ser suyos.

Con una prosa intensa y límpida y un notable manejo de las técnicas y recursos narrativos, Juan Manuel Alfaro reconfirma con ¿Los zulúes son azules? los méritos reconocidos por el Jurado (Lily Franco, Jorge B. Rivera e Isidro Blaisten) al otorgarle en Premio Fray Mocho (1998), por su primer libro de cuentos, La dama con el unicornio.