Escribió Horacio Fiebelkorn:
“Puedo convertirme en un poema”, dice Manuela, cifrando así la idea del francés Alain Bosquet: el (la) poeta es el poema. Porque es en el texto donde se transfigura cualquier elemento biográfico, lo que vuelve vana la habitual pretensión de encontrar un fundamento empírico en la palabra poética. El poema ya no refiere a “lo real”, él mismo se constituye, con su materia verbal, en parte del mundo de las cosas. Asi sucede con este primer libro de Manuela Mantica, que reclama una lectura silenciosa, imprescindible para que los poemas germinen, ya no en la página sino en el corazón de quienes leen.
Manuela (Manu) Mantica, nació en San Justo en enero de 1994. Vive en Paraná desde el año 2012.
Hace 5 años coordina junto a Belén Zavallo el taller de Escritura Nos/Otros en el texto.
Es psicoanalista y, ahora, aprendiz de bajo y compositora.
Participó de las antologías Jardín y Campo publicadas por Proyecto Camalote Editorial.