Escribió Elda Noemí Arlettaz:
El libro surgió, al principio, como una necesidad de recordar a María Florencia y que su vida quede plasmada en un papel junto a muchísimas fotos que había impreso. De esta manera las generaciones futuras que tuviesen la oportunidad de compartir esos recuerdos también supiesen quién fue ella, la hermosa persona que fue y así su memoria no se apague nunca.
Con el transcurrir del tiempo fue cambiando el sentido del relato, no era suficiente sólo contar su historia, sino que sentí la necesidad de transmitir algo más. Me di cuenta que contando cómo fui transformando ese dolor en algo esperanzador fue sanador para mí, empecé a considerar la posibilidad de que quizás también podía serlo para otras personas que lo leyeran. Así empezó a surgir la idea de editarlo, imprimirlo y difundirlo.
Se titula así porque resume el contenido del libro: quién fue María Florencia, qué significaba para nosotros, cómo la recordamos, qué nos generó su pérdida.
Y, 18 de junio, no es una despedida final sino una transformación hacia otra manera de reencontrarnos.
Si abrimos las páginas del libro nos vamos a encontrar con una historia basada en hechos reales, de fácil lectura, corta, simple, pero cargadas de emociones y sentimientos que despertarán también muchas emociones en el lector. Tanto jóvenes o adultos encontrarán en sus páginas pasajes con los cuales sentirán ganas de seguir leyendo.
Ahora que el libro es palpable me emociona aún más, siento que cumplí una misión, un sueño realizado, una manera de que nunca se apague la luz de María Florencia. Que ese hecho traumático fue el motor de mi transformación hacia una evolución espiritual y el canal para estar hoy ayudando a muchas personas a encontrar una luz de esperanza y fortaleza para seguir adelante con una vida un poquito mejor.