Escribió Belén Zavallo:
Un álbum roto. Una novela. Y también un largo poema que se quiebra con la intrusión de entradas a enciclopedias, a historias clínicas, a un archivo familiar espiado con la distancia que da el tiempo. Una búsqueda de huellas para descubrir el cuerpo de la voz narradora. Una voz autobiografía que se dice en versos y que evoca un cancionero. Jor Rodríguez, la poeta y narradora, la artista visual y la mujer que no quiere oír, se destruye y reconstruye con belleza en la lucidez de la memoria y en la alucinación del dolor.
Figuritas de Sarah Kay es la invitación a atravesar un cristal, a hacer de los vidrios rotos el encuentro con diamantes. Cosas que brillan y astillan el cuerpo. No se sale ilesa de esta lectura, se sale frágil y más humanx.
“El acto de escribir en este momento es para mí un acto de heroísmo personal. Una rebeldía contra el silencio, una forma de liberarme también de los diagnósticos y las patologizaciones.
Escribo para sobrevivir, para demostrarme que pese a todo estoy viva, pese a todo tengo palabras, pese a todo resisto y lanzo mis bengalas de colores contra la muerte y la locura.”
La escritura salva de la vida y a su vez, esta obra aniquila el temor a vivirla. La memoria y el olvido aparecen enhebrados como una moneda que está siempre a punto de caerse de la lengua. “Hay partes de mi cuerpo que recuerdan cosas que quisiera olvidar.” Jor Rodríguez toma una experiencia que arrasa y la hace potencia en el lenguaje, en la forma de devastar la farsa del amor romántico, de los aprietes que ejercen los mandatos sociales, de lo esperable que se diga desde una voz femenina que se hibrida y quiere ser salvaje, dura, gruesa, quiere ser y es piel de reptil, una lengua que lame la herida hasta curarla, nunca es una víctima que se instala en la comodidad de sufrir. Cada capítulo es una figurita que va a llenar el álbum sólo para meterlo luego en el lugar de la basura.
“Respiro la pausa, busco la introspección. Intento reducir velocidades, mirar más despacio. Dejo que las palabras fluyan y después maceren, que hallen solas su tono exacto, su frecuencia. Quiero darle a la escritura el tiempo de una ballena gestante, el ritmo ultrasónico de un canto submarino. Escribo para sanar mi propia historia pero ya no soy lo que escribí ni lo que escribí es mío ya.”
Jor Rodriguez (Diamante, Entre Ríos, 1978). Actualmente vive en Paraná. Es dibujante, Diseñadorx en Comunicación Visual y Profesorx en Lengua y Literatura.
Ha participado de diversos espacios y muestras colectivas, antologías de humor, historieta, poesía y cuento. En el año 2020 obtuvo el segundo premio del Concurso Literario Provincial Juan L. Ortiz (poesía). Forma parte de las antologías Cardumen (EdER, 2019), Flotar (Camalote, 2020) Siempre fue el río un color (La hendija, 2020), 30 poetas de Entre Ríos (EdER- Biblioteca Provincial, 2022), Historias de mate y cerveza (Grünendor, 2023). En 2023 obtuvo una Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes con la que ha concretado su primera novela.