La única certeza es que me fui, dejé los andamios que me sostenían en el día a día, me arranqué las plumas que me habían prestado, respiré hondo, apreté el pecho y partí.
Acompañada de turbulencias emocionales, con la nostalgia de lo que quedaba, porque la nostalgia tiene ese sentimiento de pena por la ausencia de lo que ya quedó atrás, la tristeza de lo que ya no es, y el enojo por el desarraigo, pero con una paz que plantaba su patria en la tierra de mi alma.
Y ahí entendí, que no toda ida es una despedida sino un encuentro, que no siempre nos vamos para escapar sino para recuperarnos, que muchos viajes externos son en realidad viajes hacia dentro, que cuando la decisión es acertada no hay tristeza, enojo o nostalgia que valga. La paz gana.
Nan Udrizard nació el 12 de noviembre de 1986 en la ciudad de Villaguay, provincia de Entre Ríos. A sus 8 años se trasladó junto a su familia a Paraná, localidad capital de dicha provincia, quien fue su ciudad adoptiva, aunque actualmente reside en Victoria.
Cursó los estudios universitarios de Licenciatura en Psicología y luego, el Profesorado Superior en Psicología, ambos en la Universidad Católica Argentina, donde actualmente se desempeña como docente.
Integra la Comisión Nacional de Misioneritas Argentina, ministerio en el cual se desempeña hace más de 14 años.
Su trayectoria de vida tiene una fuerte base espiritual, en el arte, la educación y en el trabajo clínico, quienes con su andar cotidiano e historias de vida, han inspirado la escritura de su primer libro: Extranjera.