Abrís este libro y sentís cosas. De repente mirás el río, extrañás con fiereza a tu abuelo, olés un patio lleno de flores y anhelás los brazos de una amiga. Te pensás tranquila en el mundo, reescribís tu experiencia a la luz de las palabras –como solo los lectores pueden hacerlo- y volvés a tu realidad con algo especial que te regalaron.

Con un tono intimista, teñido de ternura y cotidianeidad, esta serie de relatos propone una mirada al interior y al tiempo de las cosas, al ritmo de la vida y los recuerdos. Con el dinamismo de una prosa despojada, que te lleva de la mano y te va ganando, página a página, te vas convirtiendo por un ratito en ese pibe que toca la guitarra en una ceremonia de encuentro o en esa chica que no quiere que tiren abajo un sauce. Con imágenes claras y emociones frescas, estos cuentos parecieran querer decirte que el tiempo es uno, que hay cosas que no mueren y que nuestras existencias se combinan en anillos de luz y un presente nostálgico.

La literatura te ofrece ese tipo de experiencias a veces. Un viaje por ciertos mundos posibles que pasan a ilustrar el tuyo y te acercan, mágicamente, a alguien que del otro lado cuenta para vos. 

Entre lo eterno y efímero, de Noelia Riquelme, es un regalo narrativo con un entramado de hilos de subjetividad, creación y musicalidad particulares. Una invitación a suspenderte en el tiempo y formar parte de ese vínculo tan hermoso como humano que es el arte. 

Lorena Romani