César Penna es un hombre noble, un paranaense que ha hecho de la lealtad una bandera. Lo conocí hace muchos años. Todas las mañanas caminaba desde el barrio Paraná V hasta la Facultad de Ciencias de la Educación, son treinta y cinco cuadras. Lo hacía para entregarme unos pasajes que los estudiantes habían conseguido para quienes sufrimos la inundación de Santa Fe en 2003. Gracias a eso, entre otras cosas, pude terminar de estudiar. El autor de este libro me acompañó y me esperó a la salida de cada materia que rendí en la carrera de Comunicación Social y estuvo ahí el día que presenté mi tesis cuando me recibí. Durante muchos años debió caminar con un bastón por un problema en los ligamentos cruzados que empeoró por más de tres años de idas y vueltas hospitalarias.
Hoy es docente de Lengua y Literatura en escuelas secundarias, y también trabaja en el Laboratorio de Audio de la facultad en Paraná. Una vez, hace catorce años, pasaron una película sobre Malvinas en esa misma institución. Cuando terminó, los organizadores dijeron que nunca íbamos a recuperarlas y de alguna manera sostuvieron que esta causa nacional no era justa. Fue un heavy metal quien levantó la mano y arremetió:
–No sé por qué dicen eso. Si hoy la patria me lo pide puedo juntar a más de diez vecinos del barrio para ir a recuperar las Malvinas.
En la sala había más de cincuenta personas y el silencio fue contundente. Desde entonces supe que íbamos a ser buenos amigos.
Tiempo atrás le pedí que empezara a escribir unas crónicas para Aliso Revista, una publicación cultural, gratuita y mensual que se distribuye en librerías y bibliotecas; sus textos ganaron lectores. La preocupación de César Penna por la producción literaria local y la necesidad de que los jóvenes lean nos llevó a plantearnos la posibilidad de este libro.
El autor de esta obra me enseñó que el heavy metal tiene códigos siempre vigentes, que está en los barrios y en las fábricas, que es sostén para largos y cansadores horarios laborales; es un género del pueblo, habla de las luchas y la justicia, de la patria, en nuestro país es celeste y blanco, y habrá que decir que gracias a César Penna hoy también es literatura.
Con alegría y emoción, aquí presentamos un libro hecho con toda la fuerza del metal.
César Penna es un hombre noble, un paranaense que ha hecho de la lealtad una bandera. Lo conocí hace muchos años. Todas las mañanas caminaba desde el barrio Paraná V hasta la Facultad de Ciencias de la Educación, son treinta y cinco cuadras. Lo hacía para entregarme unos pasajes que los estudiantes habían conseguido para quienes sufrimos la inundación de Santa Fe en 2003. Gracias a eso, entre otras cosas, pude terminar de estudiar. El autor de este libro me acompañó y me esperó a la salida de cada materia que rendí en la carrera de Comunicación Social y estuvo ahí el día que presenté mi tesis cuando me recibí. Durante muchos años debió caminar con un bastón por un problema en los ligamentos cruzados que empeoró por más de tres años de idas y vueltas hospitalarias.
Hoy es docente de Lengua y Literatura en escuelas secundarias, y también trabaja en el Laboratorio de Audio de la facultad en Paraná.